Semana 34. Panel lateral derecho (III), chasis (VIII), puerta derecha (VII) y techo (II)


PANEL LATERAL DERECHO (III)

   Con el corte del panel realizado ya a medida, procedo a la soldadura de la nueva pieza. Los pasos son los mismos que en el anterior panel lateral izquierdo que hice anteriormente: 



La gran diferencia de este lado respecto al izquierdo es en el ajuste con el pase de rueda trasero, ya que al ser una pieza de un fabricante no original, había que conformarla para darle la forma idónea para el perfecto ajuste.





CHASIS (VIII)

   El trabajo del chasis esta semana se basa sólo en el pintado de la parte inferior con antigravilla de color negro.




PUERTA DERECHA (VII)

   No me termina de convencer la unión del panel inferior de la puerta derecha... Quedan unos salientes raros que no terminan de igualar toda la superficie de la puerta, lo mejor: Quitamos de nuevo masilla y restos de pegamento y soldaremos mejor la linea de unión.


   Ya con la chapa debidamente soldada, antes, durante y después de la soldadura se ha ido conformando para eliminar las deformaciones que no conseguía eliminar, ya que con el pegamento no es muy recomendable calentar y/o golpear la zona de deformación.

   El tipo de soldadura consistió en añadir más puntos largos de soldadura a la unión y también se taladró un poco bajo la unión para reforzar más aún la unión con puntos de tapón con el panel talonado.


   Ahora si, la masilla de estaño justa para igualar la superficie:



TECHO (II)

   En algún momento de la vida del coche, existió un "gracioso", por no llamarle otra cosa, que tuvo la genial idea de pasear por el techo del coche, claro, la estructura abombada del techo le aporta mucha resistencia, pero eso ya fue demasiado y existen muchas deformaciones y tensiones en el techo que hay que quitar.

   Debido a la extensión tan grande de la zona, cualquier deformación o mala reparación se vería en exceso. Para intentar hacerlo todo lo mejor posible, utilicé para eliminar al máximo las deformaciones más grandes un mazo de goma y sin imprimir mucha fuerza, para no ponerlo peor. La utilización del martillo de lima y tas fue necesario solo en los lugares donde se quedaron latentes algunos nervios, y eso si, dándole con mucha delicadeza para no crecer la chapa.

   Una vez conformada la chapa de la mejor forma posible, rematamos el trabajo con masilla de poliéster.